"On n'est pas dans le futurisme, mais dans un drame bourgeois ou un thriller atmosphérique"
Hara ya mucho mas de rail afios, habla en lo mas esquivo y fragoso de los Pirineos una espléndida abadia de benedictinos. El abad Eulogio pasaba por un prodigio de virtud y de ciencia.
Las cosas del mundo andaban muy mal en aquella edad. Tremenda barbarie habia invadido casi todas las regiones de Europa. Por donde quiera luchas feroces, robos y matanzas. Casi toda Espana estaba sujeta a la ley de Mahoma, salvo dos o tres Estadillos nacientes, donde entre brenas y riscos se guarecian los cristianos.
En medio de aquel diluvio de males, pudiera compararse la abadia de que hablamos al arca santa en que se custodiaban el saber y las buenas costumbres y en que la humana cultura podia salvarse del universal estrago. Gran fe tenian los monjes en sus rezos y en la misericordia de Dios, pero no desdenaban la mundana prudencia. Y a fin de poder defenderse de las invasiones de bandidos, de barones poderosos y desalmados o de infieles muslimes, habian fortificado la abadia como casi inexpugnable castillo roquero, y mantenian a su servicio centenares de hombres de armas de los mas vigorosos, probados y habiles para la guerra.
La abadia era muy rica y famosa: rica por los fertilisimos valles que en sus contornos los monjes habian desmontado, cultivandolos con esmero y recogiendo en ellos abundantes cosechas; y famosa, porque era como casa de educación, donde muchos mozos de toda Francia y de la Espana que permanecia cristiana acudian a instruirse en armas y en letras. Entre los monjes habia sabios filósofos y teólogos y no pocos que habian militado con gloria en sus mocedades antes de retirarse del mundo. Estos ensenaban indistintamente las artes de la paz y de la guerra; cuanto a la sazón se sabia. Y luego, según la indole de cada educando, los pacificos y humildes se hacian sacerdotes o monjes, y los belicosos y aficionados a la vida activa salian de alli para ser guerreros y aun grandes capitanes.
Il n'y a pas encore de discussion sur ce livre
Soyez le premier à en lancer une !
"On n'est pas dans le futurisme, mais dans un drame bourgeois ou un thriller atmosphérique"
L'auteur se glisse en reporter discret au sein de sa propre famille pour en dresser un portrait d'une humanité forte et fragile
Au Rwanda, l'itinéraire d'une femme entre rêve d'idéal et souvenirs destructeurs
Participez et tentez votre chance pour gagner des livres !